La vitamina C es uno de los principios activos más valorados en dermatología, gracias a los múltiples beneficios que tiene sobre la piel. Además de ser uno de los mejores antioxidantes estimula el metabolismo cutáneo y la formación de colágeno.
Para una mayor efectividad los dermatólogos recomiendan aplicar directamente la vitamina C sobre la piel, ya que su absorción oral asegura efectos muy bajos sobre la piel. Recientes estudios han demostrado que su aplicación por vía tópica consigue niveles 30 veces superiores, ya que nuestro cuerpo se encarga mediante mecanismo de la absorción de esta vitamina.
Las principales propiedades dermatológicas de la Vitamina C:
– Se trata de un potente antioxidante que previene la inmunosupresión por radiación UV (protege al ADN de la oxidación causada por los radicales libres) y reduce el fotoenvejecimiento.
– Puede revertir y eliminar en cierto grado el daño solar.
– Fortalece la barrera protectora de la piel y reduce la pérdida de agua transepidérmica, mejorando los niveles de hidratación y defensa cutáneos.
– Estimula la producción de colágeno y, con ello, aumenta la densidad de la dermis.
– Reduce la inflamación a nivel celular.
– Fortalece el sistema inmunitario y la regeneración celular, y, por tanto, la resistencia dérmica,protegiendo a la piel de las agresiones ambientales.
– Proporciona luminosidad y mayor claridad a la piel al normalizar la permeabilidad de los capilares.
– Es muy recomendable para fumadores un aporte extra de vitamina C, ya que la nicotina reduce las reservas de vitamina C del organismo.
Formas cosméticas:
– Cremas: utilizadas durante el día favorece la luminosidad de la piel, aunque es necesario aplicar un filtro solar si la vitamina C está en forma ácida, ya que al oxidarse en contacto con el sol puede dar lugar a manchas en la piel.
– Sérum o gotas: para aplicar por la noche, se consigue una reparación nocturna de la piel.
– Mascarillas: muy útiles para utilizar una vez a la semana. La forma ácida tiene un efecto peeling.
– Tónicos y limpiadores: por su derivación ácida y efecto exfoliante son utilizados como complemento de los otros tratamientos.
Tratamientos:
Mesolifting con vitamina C: consiste en microinyecciones intradérmicas realizadas por un dermatólogo con una frecuencia semanal. Se puede combinar con oligoelementos, DMAE (estabilizador de la membrana de la célula que protege de los daños causados por los radicales libres) y ácido hialurónico.
Detox Power: combina el uso de máscaras con extractos naturales, ampollas y masajes relajantes. Primero se realiza una máscara para descongestionar y desintoxicar la piel del rostro, luego una segunda máscara a base de hierbas antioxidantes y posteriormente se aplican ampollas humecto-nutritivas ricas en vitamina C, que actúan como energizante celular. Para terminar, un masaje facial relajante que estimula la microcirculación y la oxigenación de la piel.
Muchas son las fuentes de vitamina C que puedes añadir a tu dieta diaria para alcanzar las cantidades recomendadas: naranja, piña, melón, kiwi, mango,papaya, las frutas deben consumirse en zumo e inmediatamente después de hacerlos, así prevenimos que se oxide.
También tienen un alto contenido en vitamina C: pimiento crudo rojo o verde, brócoli, tomate, espinaca, papa, alcaucil, cebolla, zanahoria, rúcula, perejil y coles. Cuando el pimiento rojo está maduro puede superar los niveles de vitamina C que proveen los cítricos.