El pelo es una de las partes de nuestro cuerpo que más puede condicionar nuestro aspecto, y conseguir que esté sano y luzca bonito puede ser complicado. Aquí os traemos algunos consejos infalibles para conseguir esa melena de diez con la que siempre soñaste.
Nuestro pelo está condicionado por muchas cosas, como nuestra genética y nuestra alimentación; sometido a muchas agresiones externas, y además un determinado corte puede cambiar radicalmente su aspecto. Al margen de estos condicionantes, hay una serie de rutinas y de productos que podemos incorporar a nuestro día a día que nos ayudan a mantenerlo hidratado, saludable y fuerte, las claves para que se vea lo mejor posible.
- Cepillar el cabello. Hay quienes tienen la impresión de que cepillar el pelo hace que se caiga más. pero no es así: peinarlo varias veces al día consigue que nos libremos solo de aquellos cabellos que ya estaban sueltos, y además estimula el cuero cabelludo favoreciendo la irrigación sanguínea de la zona y consiguiendo que crezca más fuerte, sano y rápido. Pero hay que hacerlo con paciencia y delicadeza, nada de tironear con prisas porque así solo conseguiremos arrancar y quebrar el pelo. Tampoco podemos olvidarnos de lavar el cepillo, como cualquier otro instrumento: acumula polvo, sebo y restos de producto, por lo que debemos de procurar limpiarlo frecuentemente con agua caliente o incluso jabón antigrasa.
- Lavarlo con agua tibia. Puede ser un consejo difícil de seguir en los meses de invierno, pero el agua demasiado caliente reseca el cabello y puede favorecer la caída, al dilatar los poros del cuero cabelludo. Además, si el último aclarado lo hacemos con agua fría, conseguiremos sellar las cutículas y conseguir un pelo más brillante y menos encrespado.
- Cortarlo regularmente. Uno de consejos que hemos oído una y otra vez pero que nunca conseguimos obligarnos a cumplir. Las puntas deberían cortarse cada 8 semanas, quizá un poco más si utilizamos buenos productos como sérum que las mantengan en buen estado. De lo contrario, nuestro pelo no solo tendrá peor aspecto, sino que crecerá más lento. Esto hay que tenerlo en cuenta sobre todo si queremos dejarnos el pelo largo: en contra de lo que pueda parecer, si lo saneamos cada poco no solo no retrasaremos nuestro objetivo, sino que cuando hayamos conseguido la longitud que queríamos tendrá una apariencia sana, cuidada y bonita.
- Protegerlo del calor y del sol. Por suerte, casi todos somos conscientes ya de el daño que el calor directo le puede hacer a nuestro cabello, pero muchos aún no nos damos cuenta hasta qué punto. Las planchas y tenacillas son el peor instrumento, sin duda, porque aplican mucho calor directamente sobre el pelo, pero no son el único. protector térmico antes de utilizar el secador, que ayude a formar una película protectora sobre el cabello e incluso sirva para aportar brillo o combatir el encrespamiento. También deberíamos protegerlo del sol, que lo reseca y debilita. ¿Sabíais que existían protectores solares e incluso
También deberíamos utilizar alguna clase de protector térmico antes de utilizar el secador, que ayude a formar una película protectora sobre el cabello e incluso sirva para aportar brillo o combatir el encrespamiento. También deberíamos protegerlo del sol, que lo reseca y debilita. ¿Sabíais que existían protectores solares e incluso aftersun específicos para el cabello? Son importantes para hidratar y fortalecer el pelo, especialmente para los cabellos coloreados o con tratamiento, que son más frágiles y pueden sufrir alteraciones de color o textura.
- Utilizar acondicionador. Es un producto muy importante en la rutina capilar, porque ayuda a sellar las fibras capilares después del calor de la ducha y le proporciona la hidratación que todo pelo sano necesita. Es recomendable desenredar el pelo con un peine de púas anchas mientras lo llevemos puesto, por que así conseguiremos desenredarlo fácilmente y evitar nudos que podrían quebrarlo. Es importante enjuagarlo bien para que no quede pesado, y procurar utilizar uno con siliconas solubles, para asegurarnos de poder eliminar cualquier resto.
- Hidratarlo en profundidad. El acondicionador es fundamental, pero no es suficiente. Cuanto más agresiva sea nuestra rutina capilar (si utilizamos tintes,instrumentos moldeadores de calor, productos como la laca…) más necesidad tendremos de mantener el pelo sano utilizando otros tratamientos. Una mascarilla capilar que dejemos actuar durante varios minutos una vez por semana también es recomendable, e incluso una de larga aplicación una vez al mes para acondicionar el pelo en profundidad. Podemos utilizar remedios caseros como las mascarillas de huevo, aplicar aceites como el de coco o almendras, utilizar gorros de aluminio o eléctricos para aplicar calor mientras llevemos puesto el producto para favorecer su absorción en el pelo…
- Seguir una rutina de belleza capilar personalizada. Lo más importante es conocer nuestro propio cabello y probar diferentes productos y hábitos hasta encontrar aquello que funcione. No lavarlo más de lo necesario, pero tampoco llevarlo sucio porque se nos ha metido entre ceja y ceja que hay que lavarlo solo cada cuatro días, por ejemplo (el pelo sucio no es solo antiestético, la acumulación de sebo en el cuero cabelludo dificulta que éste «respire» y puede favorecer la caída del cabello o la aparición de caspa). Todo dependerá de lo graso que sea nuestro pelo y de lo que veamos que necesite.
De la misma forma, no por aplicar más producto será más efectivo (el pelo absorbe la cantidad que necesita, y echar de más puede apelmazarlo), ni todos los champús, tintes o cortes le irán bien a nuestro cabello en función de su textura, cantidad, características… Al final, la mejor manera de cuidarlo es aceptar sus condiciones naturales y explorar cómo podemos sacarle el máximo partido o incluso cambiarlo si queremos, pero sin destrozarlo en el intento.
¿Sigues ya alguno de estos consejos? ¡Anímate a probarlos y verás los resultados enseguida! 7 cómodos pasos con los que conseguirás lucir un cabello bonito y sano.