La última revolución tecnológica es también una revolución de moda y estilo: los denominados wearables, gadgets de última generación que llevas siempre contigo incorporados a tus estilismos del día a día.
Los wearables se llaman así por que se llevan puestos, incorporados a la ropa o los complementos como dispositivos pequeños, ligeros y funcionales. Ofrecen toda una serie de posibilidades, que aún están comenzando a explorarse: conectividad a la red 24 horas, telefonía, monitorización de datos como nuestras constantes vitales o el ejercicio físico, localización GPS…
Debido a su naturaleza «ponible», la tecnología de los wearables está irremediablemente relacionada con el mundo de la moda, puesto que no es suficiente con que sean lo último de la técnica: dado que se pretende dirigirlos al gran público, y no solo a los geeks ávidos del último gadget en el mercado, tienen que aunar funcionalidad, estética y comodidad. La colaboración entre las marcas tecnológicas y las firmas de moda ya ha comenzado y promete ser una simbiosis de lo más beneficiosa para ambas: reuniendo estilo y aplicación práctica, los wearables se anuncian cada día con más fuerza como el futuro de las industrias más poderosas del planeta.
El pionero fue el gigante Google, con sus Google Glass: las gafas inteligentes que despertaron tanto entusiasmo como polémica y que parecen estar destinadas a revolucionar nuestra forma de interactuar con el mundo y con los demás en cada instante del día. Sin embargo, si una pega presentaban las Google Glass tal y como fueron diseñadas (a pesar de que Diane Von Furstenberg las subiera a la pasarela), es que no resultaban muy atractivas estéticamente. Cuando fue consciente de que una tecnología tan visible, que invade el campo de la moda y la belleza, no iba a tener el éxito esperado si no se tomaba más en cuenta su diseño, Google firmó una cuerdo con Luxottica, firma líder en óptica y dueña de las licencias de gafas como Prada, Ray-Ban, Chanel oVersace, para que reinventara el acabado de las gafas y las convertiera en un objeto de deseo no solo de techies, sino también de fashionistas.
Apple se apuntó a la carrera de los wearables con su iWatch (que se lanzará al mercado este mes) , el reloj inteligente que incorpora la tecnología 3G y funciona como un smartphone, y al que siguieron otras marcas como Samsung y Sony.
Las grandes marcas de la moda, por su parte, también han empezado a incluir aparatos tecnológicos en sus piezas habituales: Ralph Lauren comercializa los bolsos Ricky, con luz LED y un puerto USB incorporado,Guess lanza su propia versión del smartwatch, mucho más discreta, que incorpora conexión Bluetoth, un micrófono y una pequeña pantalla; y Rebecca Minkoff dispone de una línea de brazaletes con conexión Bluetooth.
Las marcas más visionarias de mabos sectores han iniciado colaboraciones, como Intel y Opening Ceremony, que lanzarán conjuntamente una colección de pulseras que incluyen un smartwatch en un soporte de lujo, y una chaqueta, la Varsity, que incorporará una batería USB para cargar los dispositivos electrónicos. También Tory Burch y Fitbit están trabajando en unas pulseras capaces de monitorizar la actividad física, al estilo de la Nike Fuelband pero con una mayor atención a la estética, que puede medir pulsaciones, contar el número de calorías que quemamos o los kilómetros que recorremos, e incluso permite conocer el nivel de azúcar en sangre.
También la marca Stellé Audio se apunta a esta moda con su Earbud Locket, un colgante inteligente de bonito diseño en cuyo interior se guardan auriculares que además incluyen un micrófono diminuto incoporado y conexión Bluetooth que permiten utilizarlo tanto como un teléfono manos-libres y como un sistema wireless de escuchar música.
Muchos otros proyectos se anuncian y desarrollan cada día: dispositivos GPS que podrán incorporarse, por ejemplo, al calzado de niños o personas que sufran de Alzheimer para poder mantenerlos localizados en todo momento; pulseras que en caso de robo o asalto a una mujer puedan dar una alarma inmediata, bandas que se coloquen en recién nacidos mientras duermen y registren su respiración y ritmo cardíaco para evitar el Síndrome de Muerte Súbdita del Lactante, ropa deportiva que incluya luz para los que hacen running de noche o que corrija nuestra postura jugando a determinados deportes… Todas las aplicaciones de la tecnología: salud, seguridad, comodidad, comunicación, registro de audio, vídeo e imagen, conexión a la red… disponibles en cualquier momento, incorporados de una forma atractiva, discreta y cómoda a nuestra vestimenta diaria para que podamos disponer de ella en cualquier momento.