En el género de la novela histórica podemos encontrar una amplia variedad de obras. Algunas de las más vendidas en los últimos años han salido de la pluma de Ken Follett; hablamos, por supuesto, de La Caída de los Gigantes.
Con el pretexto de la fiesta organizada por una rica familia galesa, Follett nos presenta a personajes tan variados como el rey de Inglaterra y unos mineros galeses. Estos diferentes puntos de vista le permiten cubrir temas como la revolución rusa y la lucha por el sufragio universal, que dominaron la política de principios del siglo XX, así como el propio conflicto bélico. Eso sí, los potenciales lectores quedan avisados: el libro supera las mil páginas y la galería de personajes tiene poco que envidiar a Juego de Tronos.
Esta novela constituye la primera parte de su trilogía Century, de la cual aún está por publicar el último volumen. Dicha trilogía cubre cinco familias, cada una de un país distinto, y sus vivencias a lo largo de las dos grandes guerras del siglo XX. La segunda parte se titula El Invierno del Mundo, y cuenta las peripecias de estas familias durante la Segunda Guerra Mundial.
Entre los autores nacionales tenemos que destacar a Javier Negrete y su obra maestra, Salamina. Siguiendo la historia del comandante ateniense Temístocles, Negrete cuenta la invasión persa de las tierras griegas. Considerada por los especialistas una de las batallas más decisivas de la Historia, Salamina fue el punto de inflexión a partir del cual los griegos recuperaron terreno.
El autor sigue hasta donde es posible las fuentes históricas establecidas, pero añade su propia creación en lo que él llama “los huecos de la Historia”. Lejos de tratarse simplemente de un relato bélico, Negrete nos lleva a un mundo de conspiración y traiciones, susurros y rumores. Es destacable también que no enseñe sólo el lado griego del conflicto, sino que nos presente a los persas y a su rey, Jerjes.
Por último, Steven Pressfield nos permite en Puertas de Fuego echar un vistazo al otro frente de la invasión persa. Si la batalla naval tuvo lugar en Salamina, en el paso de las Termópilas es donde las fuerzas griegas intentaron detener la invasión terrestre. El contingente griego, compuesto por unos 7.000 soldados (incluyendo los famosos 300 espartanos de Leónidas), resistió durante siete días los ataques de una fuerza persa al menos veinte veces superior en número.
Pressfield nos muestra, a lo largo de casi quinientas páginas, la dureza de la vida marcial y lo que significaba ser espartano. Muestra cómo, al final, su implacable disciplina fue precisamente lo que les permitió resistir tanto tiempo. Puede que los persas ganasen la batalla, pero hoy la Historia recuerda a los espartanos.
Estas son algunas recomendaciones literarias de novela histórica que, sin duda, os engancharán y harán de vuestras horas un tiempo de descanso y aprendizaje.