¿Quién no ha tenido antojo alguna vez de algún dulce como Kinder Bueno?, y es que cualquiera haría lo que fuera necesario por el último trozo de chocolate, o al menos eso parece viendo lo que el actor Santi Millán hace para hacerse con uno.
Kinder Bueno es uno de los productos de chocolatinas más famosos que existe actualmente, se trata de un snack perfecto para esos momentos en los que el hambre apremia o nos apetece algo dulce y ligero. Dos barritas individuales, con relleno de avellanas y un fino barquillo recubierto de chocolate con leche…¡se nos hace la boca agua!
Si hablamos un poco de su historia debemos saber que esta chocolatina comenzó a comercializarse en 1990, los primeros países en disfrutarla fueron Alemania e Italia, pronto estuvo presente en Brasil, Colombia, Argentina y algunos países más, pero no fue hasta 1999 cuando en España pudimos disfrutar de ella.
La marca Ferrero, a la que pertenece Kinder Bueno, basa su trabajo en claves éticas; calidad, trabajo artesanal y frescura del producto. Lo que les ha hecho mantener una reputación intachable durante años. Además se basan en filosofías como el mimo a las materias primas o el buen trato con el cliente.
Hoy en día la mayoría de productos de Ferrero se venden en todo el mundo, y es que se han convertido en el cuarto productor mundial de alimentación dulce. Todo ello sin descuidar el compromiso con el consumidor, un elemento clave en la constitución de cualquier empresa.
Las campañas de Kinder siempre se han caracterizado por una clave humorística y esta no podía ser menos, en ella Santi Millán y las cámaras ocultas someterán a Javi Sancho a todo tipo de gamberradas, ni siquiera él se podía imaginar lo que le iba a pasar. Como resultado tres vídeos de bromas callejeras con las que el actor se gana con creces su recompensa: ¡un Kinder Bueno!
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