Es una opinión unánime en el mundo de la moda: esta primavera se llevan los años 70. Bohemio, colorista y de inspiración étnica, descubre el estilo que se adueñará de tu armario: el folk.
La estética reinó en las colecciones de la temporada otoño/invierno 2014-2015, y todo apunta a que continuará siendo la inspiración indiscutible esta primavera. En las recientes semanas de la moda hemos vuelto a ver cómo los diseñadores subían a las pasarelas diseños que se enmarcan dentro de esta tendencia: Valentino con sus vestidos bordados con motivos florales, Chanel con la profusión de prendas de ante, o Louis Vuitton con prendas blancas de aire ibicenco. Los catálogos de las tiendas como Zara, Mango, Sfera o Greencoast también demuestran un revival de esta tendencia que ya podemos incorporar a nuestro armario. Pero ¿cuáles son las claves de la estética folk?
El folk tiene dos grandes inspiraciones: la naturaleza, y la moda regional tradicional. La clave consiste en dar un toque moderno a prendas retro, mirando a los grandes iconos de los 70 como Jane Birkin o Janis Joplin para inspirarnos. Frente a las estéticas futuristas de materiales sintéticos, el el folk predominan el ante, el denim, el cuero, la lana…
Los estampados son coloridos y llamativos: no hay que tener miedo a la excentricidad o al exceso. Los más representativos del folk son los patrones geométricos étnicos y las flores. Los bordados y los adornos con cuentas o flecos también contribuyen a darle este tono multicultural al folk, donde podemos ver mezcladas varias tendencias: estética cowboy, folclórica tradicional, bohemia romántica…
Los colores pueden ser de lo más vibrante con estampados setenteros, inspirarse en los colores de la naturaleza con un predominio del camel, o limitarse al azul vaquero de las prendas denim.
En cuanto a las prendas, la superposición está a la orden del día y por tanto chalecos, chaquetas de lana y cazadoras son una parte imprescindible del look que además nos permiten adoptar esta tendencia incluso en los meses de frío. Vestidos y blusones amplios en algodón o lino, maxifaldas hasta los pies, pantalones de campana, camisas vaqueras… Todo ello con siluetas amplias y cortes rectos, que mezclan la estética hippie con la rebeldía rock n’roll (no olvidemos la enorme influencia que tuvo la música en la moda en las décadas de los 60 y 70) y se inspiran en las vestimentas tradicionales para emular patrones y bordados.
La forma más fácil de adoptar la estética folk está en los complementos: collares largos, brazaletes étnicos, sombreros de ala ancha, bolsos de flecos, sandalias de aire romano o plataformas convierten cualquier look estándar en un ejemplo de lo más chic de la tendencia estrella de la primavera.
Imágenes: boomerinas, stylelovely, vogue