Este invierno parece que el cuello vuelve a estar cubierto y decorado. Así nos lo han dejado ver diseñadores como Gucci o Chanel, dejando claro que si el año pasado fueron las prendas de cuello alto las que cubrían esa parte del cuerpo, ahora serán los lazos los que se encargarán de ello.
Tanto las pajaritas como los lazos al cuello han sido complementos que se han reivindicado durante los últimos años. Sin embargo, la particularidad con la que vienen cargados ahora es su tamaño XL.
Mientras algunos diseñadores optan por seguir incluyendo complementos como maxi collares o broches, otros como Versace o Escada prefieren terminar de cerrar la blusa con sus correspondientes lazadas.
Con un pañuelo, con la misma tela de la blusa, con una pajarita, o incluso usando corbatas a modo de lazo, el fin es el mismo: terminar luciendo un lazo extra grande y no pasar desapercibido. Porque aparte de ser el cierre de una prenda, también se ha convertido en un elemento decorativo que no pasa de largo en las pasarelas de moda.
Como forma de reivindicar el estilo de los años 60 y 70, el lazo ha sabido salir de su marcado esmoquin-camisa. Adaptándose a colores y texturas, es el complemento perfecto para dejar de lado por un momento los collares y los broches y aprovechar los lazos para lucir de manera distinta nuestro cuello.
Y viendo como esta tendencia viene con más fuerza que nunca, algunos diseñadores ya han optado por las blusas y vestidos que integran esta lazada. Aún así, lo más común sigue siendo comprarlo por separado, y ya hay quien ofrece pajaritas con colores que dejan atrás el tradicional blanco y negro.
Todo vale con tal de decorar el cuello, por lo que las maneras en las que podremos introducir el lazo en nuestros looks es casi infinita. Desde las ya mencionadas pajaritas hasta pequeños lazos atados al cuello harán que nuestra vestimenta adquiera un aspecto más retro. Pero esto, como pasa con todo, depende de cómo lo combinemos. Si optamos por anudarnos un pañuelo al cuello puede adquirir un aspecto totalmente desenfadado.
Lo propio al usar estas prendas es no sobrecargar el look. Para ello nos aseguraremos de que el lazo que utilicemos sea de un color liso o de estampados discretos para crear este efecto visual de saturación. Lo ideal es que el lazo no esté tan ajustado como una corbata, sino que esté algo suelto y se deje caer con naturalidad.
Aunque al principio pueda parecer un accesorio aburrido o anticuado, claro está que con su naturaleza elegante y clásica sirven para romper esquemas allá donde vayan, creando looks tanto formales como informales según la temporada. ¿A qué esperas para hacerte con el tuyo?