Dolce&Gabanna acostumbra a sorprendernos en sus pasarelas. Hace dos años lo hizo con los “bodys joya”, una prenda sensual, llamativa y muy femenina: ropa interior compuesta de adornos hechos de piedras preciosas.
Lo pudimos ver en la pasarela primavera-verano de 2012, por estas fechas más o menos. Los diseños con los que desfilaron las modelos sorprendieron gracias a la nueva forma de interpretar la ropa íntima. En esta ocasión era realmente vistosa, en oposición a un tipo de prenda que normalmente se piensa para ser discreta.
El revuelo mediático dentro del mundo de la moda fue considerable. El número de marzo de Vogue de ese año tuvo, para la edición japonesa a Bianca Balti y para la turca a Karolina Kurkova, ambas luciendo este body.
Esta ropa pertenece al llamado estilo barroco de la moda, por su inspiración en la época victoriana. La ornamentación, la pedrería, las perlas, el encaje… son los elementos que se usan, adaptados a unos tiempos más actuales.
Esta fue una buena idea pero arriesgada que salió bien a la marca. Un tiempo antes ya habíamos visto en la Semana de la Haute Couture Otoño/Invierno 2011-2012 de París como Dior apostaba fuerte por algo innovador y fracasaba en ello.
Galiano había defraudado con la colección que presentaron en su crucero unos meses antes y aquí no fue precisamente a mejor.
Por una parte, se criticó duramente el exceso de maquillaje de las modelos. Respecto a la ropa, las chaquetas con geometrías y las faldas anchas no gustaron por sus colores demasiado chillones y una búsqueda de elegancia forzada. Todo esto acompañado de un calzado poco agraciado y unos peinados y accesorios recargados, demasiado llamativos que no gustaron nada a los asistentes ni a la prensa especializada.
Tanto en la moda como en la vida, el que no arriesga no gana. Es difícil aportar algo realmente novedoso al mundo de la moda y es posible que, como Dior, te tropieces en el intento, pero de vez en cuando surge alguna gran idea que da la vuelta a todo, como consiguió hacer la marca Dolce&Gabanna con su colección joya que aún sigue defendiendo, y triunfando, dos años después.
Una tendencia que en pleno 2014 sigue en auge. Para este año la moda barroca ha triunfado en las pasarelas de otoño-invierno. Aparte de Dolce&Gabbana, al carro se han subido Balmain o Eleonora Carisi con vestidos de colores oscuros y detalles en oro y plata. Los cortes exagerados y el aire aristocrático han sido los reyes del invierno. De hecho, han llegado incluso al street style. Como vemos en las imágenes, la joven actriz Kristen Stewart no pierde la oportunidad de lucir un vestido joya en uno de sus actos públicos. Otro caso es el de la oscarizada Cate Blanchet.