Solamente un nuevo creador podía llevar al mercado con un producto tan audaz, en 1992 Thierry Mugler llega para revolucionar el mundo sensorial de los perfumes. Con ANGEL nace un perfume irracional, diferente a los de su época.
ANGEL te transporta hacia un mundo onírico, libre e insólito, construido entre recuerdos de la infancia e imágenes de espacios infinitos. En el momento de su lanzamiento se nos muestra a Estelle Halliday sobre el techo de un rascacielos en Nueva York y poco después a Jerry Hall con un espectacular vestido bordado en plata sobre el desierto de Nuevo México.
Su frasco con forma de estrella se ha convertido en un emblema de la firma, que junto con los tonos azulados del mismo perfume crean la combinación perfecta de estética y misterio tecnológico lo que da como resultado algo inédito en perfumería.
20 años le han valido para ser uno de los 10 perfumes más vendidos del mundo, por ello este 2014 cambian de embajadora, la nueva imagen de la marca es Georgia May Jagger, hija de Jerry Hall musa, hace 19 años, de Thierry Mugler. La elección de la modelo supone un nuevo comienzo en la leyenda ANGEL. Rompe con las campañas que la preceden y la forma que tenemos de ver la comunicación tradicional, se presenta, como en el 92, con un estilo audaz y una nueva forma de entender el diseño gráfico.
Su nueva campaña toma como referente a una mujer del siglo XXI, femenina y fascinante por su seguridad. Triunfante. Se recrea en el “efecto ángel”, una mujer fruto del cosmos que cobra vida entre nosotros.
ANGEL es una fragancia de la familia Olfativa Vainilla que despierta a la femme fatale que llevamos dentro. Creado por Yves de Chirin y Oliver Creps, se trata de un perfume aéreo en la primera faceta y afrutada Gourmande en la segunda. Con notas de pachuli y chocolate, para terminar miel, caramelo y vainilla. Un perfume embriagador en su última nota.
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