Desde que Casa Tarradellas creó la primera pizza fresca para supermercados a finales de los años 90, se han convertido en todo un clásico de la cesta de la compra de los españoles. Hasta entonces, todas las pizzas que llevábamos a casa eran congeladas y las estadísticas confirman que este cambio gustó a la mayoría, porque a partir de ahí, por cada pizza congelada, se han vendido tres pizzas frescas.

Y es que comer una pizza de Casa Tarradellas siempre ha sido un acierto seguro. Son rápidas de preparar, con ingredientes para todos los gustos y con un sabor único. Gustan a mayores y niños. Por eso, en su nueva campaña para televisión, han reflejado el duro momento por el que pasa una madre cuando su trozo de pizza es el último que queda (una escena que vivimos constantemente todos en casa). No os adelantamos el final, tendréis que ver cómo lo soluciona 😉

 

De lo que no hay duda es que las pizzas de Casa Tarradellas seguirán siendo líderes en ventas por su elaboración tradicional, su frescura y sabor. Nosotros lo tenemos claro, esta noche, ¡toca pizza!