Este local, al mismo tiempo una tienda de muebles de diseño, un taller y un bar de copas, combina ocio e interiorismo en una propuesta de negocio de lo más novedosa.
Kikeller, situado en la Corredera Baja de San Pablo, ha apostado por hibridar diferentes formatos de negocio. Sus dueños y fundadores son Celia Montoya y Kike Keller, quienes después de trabajar en atrezzo para cine y eventos para hoteles, decidieron buscar un espacio en el que poder experimentar con nuevas técnicas y materiales en el diseño de muebles. Para ello eligieron un local en el que antiguamente se ubicaba una sastrería, y crearon un espacio en el que se encuentran arte, diseño y decoración: una tienda y taller de muebles que es casi una galería de arte.
Crean, restauran y reinventan muebles industriales y objetos de decoración, con un estilo muy personal y creativo. Su apuesta consiste en descontextualizar los objetos, probando nuevas técnicas, innovando con los materiales y redefiniendo los conceptos para crear piezas con una funcionalidad nueva y diferente. Además de sus propias piezas, también apuestan por nuevos diseñadores, que tienen la oportunidad de exhibir y poner a la venta su trabajo.
Nada es usual en este local: encontramos lápidas a modo de asiento, revisteros o libros con ruedas, lámparas fabricadas a base de coladores, sillas de piel y forja, sillones de andamio y alpaca, piezas de tiovivo de los años cincuenta restauradas… Piezas que tienen en común su originalidad y que son reflejo de un talento creativo especial para replantear los materiales y los objetos para crear nuevos significados y sorprender al público.
El diálogo entre diferentes disciplinas artísticas y ramas del diseño que proponían sus dueños con este espacio se amplió a la gastronomía y la sociedad cuando decidieron que, además, de jueves a sábado el local se convertiría en un bar de copas para uso y disfrute de los madrileños.
La parte de atrás del local incluye una amplia barra y una zona de mesas en la que se puede picar algo o disfrutar de una bebida de entre las muchas que ofrecen: chupitos, cócteles, destilados de primera calidad (ginebra, vodka, whisky…) y hasta 30 variedades cervezas artesanales, locales e internacionales (Cibeles, Chimay, Duvel, Asah, Liberty Ale, Stella Artois…).
Un espacio difícil de definir, tan original y curioso como exitoso. La mezcla de galería de arte, tienda de decoración y coctelería nocturna convierten a Kikekeller en uno de los lugares de moda de la capital, donde podemos disfrutar por igual del buen diseño y de un refrescante gin tonic.