Gracias a una serie de estudios publicados durante los últimos años, se ha podido saber que ciertos tipos de entrenamiento lúdico pueden mejorar el rendimiento cognitivo de una persona. El problema reside en que la publicidad va por delante de los avances en este campo. Entonces, ¿qué será? ¿Publicidad o avances en el campo de la neurociencia?
Durante siglos los científicos han creído que la mayor parte del desarrollo del cerebro se producía durante los primeros años de vida y que, una vez alcanzada la edad adulta, cambiaba. Sin embargo, en las dos últimas décadas, se han realizado pruebas con animales y seres humanos que han cambiado la perspectiva que se tenía hasta ahora. Los resultados obtenidos demuestran que el cerebro crea nuevas conexiones neuronales durante toda la vida. Lo que no queda claro es si estas actividades suponen un reto para el cerebro, aumentan la inteligencia o evitan la pérdida de memoria.
A medida que avanzan las investigaciones, los resultados se vuelven más alentadores. En este caso ha sido la revista Nature la que ha publicado un artículo en el cual, gracias a un estudio realizado en la Universidad de California, se ha demostrado que estos juegos sí mejoran la memoria y, a largo plazo, también la concentración en adultos.
Sin embargo, en febrero de 2013 se dirigió un análisis gracias a la investigadora de la Universidad de Oslo, Mónica Melby-Lervag, en el cual se concluía que aunque los juegos ayudaban a mejorar, no estaba demostrado que el aumento de la destreza se transfiriera a otras tareas.
Lo que sí se sabe seguro es que el negocio del entrenamiento cognitivo está en pleno auge. Cogmed, compañía líder en este campo afirma poseer un programa de entrenamiento que »aumenta la concentración y la capacidad de aprendizaje de los estudiantes». Pero no es la única.
Otras empresas como es el caso de Lumosity o Neuronix ofrecen programas de entrenamiento del cerebro para evitar el deterioro mental puesto que estos juegos suponen una »nueva esperanza para los enfermos de Alzhéimer».
Las palabras del director del programa de trastornos neurocognitivos del Instituto Duke de Ciencias del Cerebro en Carolina del Norte, Murali Doraiswamy, arrojan una luz diferente a este asunto. Según él, si todo esto fuera cierto supondría el »santo grial» de la neurociencia, razón por la cual entendemos que la publicidad ha llegado más lejos que la propia ciencia del entrenamiento. Se necesitan más estudios para llegar a una conclusión clara.
Sin embargo, si eres de los que les gusta hacer sudokus, rompecabezas y aprovechar su tiempo libre para entrenar y divertir a su cerebro ¡hágalo! En Internet existen gran cantidad de páginas que ofrecen este tipo de entrenamiento y permiten divertirse al mismo tiempo que se entrena la mente y se mejoran las habilidades cognitivas. Nosotros recomendamos Games for the brain donde es posible encontrar un gran abanico de juegos para todos los gustos.