Seguro que ya conocías los usos del bicarbonato de sodio en salud y alimentación, pero quizá no habías oído hablar su aplicación en cosmética e higiene: versátil, polivalente y natural, se convertirá en uno de tus mejores aliados.
El bicarbonato de sodio se puede encontrar fácilmente en casi cualquier supermercado, y tiene un precio bastante económico. Frente a otros productos de belleza que suponen un gasto muy grande se presenta como un tratamiento alternativo al alcance de todos y tan efectivo como la crema más cara del mercado. ¡Descubre a continuación todas la formas en las que lo puedes utilizar!
1. Limpiar y blanquear los dientes: el bicarbonato de sodio tiene propiedades abrasivas (que limpian y pulen el esmalte) y anti-caries, limpia dientes y encías, neutraliza la producción de ácido en la boca, e incluso tiene propiedades antisépticas que pueden evitar infecciones. Podemos buscar una pasta de dientes en el mercado que lo contenga como ingrediente, utilizarlo como enjuague bucal, hacer gárgaras para combatir el mal aliento o crear nuestra propia pasta/blanqueante en casa haciendo una pasta con agua y sal que elimine las manchas y las bacterias de nuestra boca.
2. Eliminar malos olores: antes hemos mencionado que se puede usar para luchar contra el mal aliento, pero esta propiedad no se limita a la boca: sumergir los pies agua con bicarbonato ayuda a neutralizar el mal olor (además de suavizar la piel), y también puede usarse efectivamente como desodorante natural. Mezclado con agua, se aplica en las axilas limpias y consigue, además, eliminar las posibles manchas que haya podido provocar en esa zona el uso prolongado en el tiempo de antitranspirantes.
3. Suavizar y exfoliar la piel: idóneo para las zonas donde la piel es más rugosa y áspera, como codos y rodillas, para pies y manos, para cutículas, para el rostro antes del afeitado… Aplicado en un suave masaje, consigue limpiar la piel de células muertas; y si lo mezclamos con nuestra crema hidratante aumentará el efecto de ésta sobre las áreas de la piel que estén más resecas.
4. Tratar el acné y los puntos negros: el bicarbonato de sodio tiene propiedades antibióticas y antisépticas, que calman la irritación de la piel y mejoran las infecciones de las espinillas. Al ser un antiinflamatorio mejora el aspecto del acné, sus propiedades exfoliantes despejan los poros y permiten limpiar los puntos negros y sus niveles alcalinos de pH equilibran la piel y neutralizan así el exceso de sebo. Se puede aplicar como una mascarilla natural, mezclado con agua y limón (que también es antibacteriano y astringente); o añadir a la mascarilla que usemos habitualmente para hacerla más potente.
5. Limpiar el cabello: hay quien dice que puede sustituir al champú, pero no conviene utilizarlo más de una vez por semana. Se puede mezclar con el champú habitual, hacer con él nuestro propio champú o mascarilla mezclado con vinagre, o usarlo como champú en seco que absorba el exceso de grasa del pelo entre lavados (aunque, nuevamente, no conviene abusar de él). Se recomienda mezclar un poco (no más de una cucharada) con el champú, aplicarlo por todo el pelo y dejarlo actuar unos diez minutos, para después aclararlo bien.
Pelo, piel, rostro, manos, pies, dientes… el bicarbonato de sodio puede solucionarnos la higiene y la belleza de casi todo nuestro cuerpo, por un módico precio y de forma natural. Y tú, ¿te animas a probarlo?